Por fin he llegado a la madriguera del conejo.
Sólo una puerta conduce a la salida.
-¿Otra vez tu por aquí?
-Nunca me fuí
-Empiezas a ser molesto.
-Todo es acostumbrarse.
-No me gustan los cambios, sobre todo si me son desagradables.
-No tiene remedio, eres oruga y al final acabarás siendo un capullo.
El viejo amigo se dejó su sombrero.
¿Me volveré algo loco si me lo pongo?
Ahora no puedo dejar de bailar. Ah!, la guardia Real !
-Deténgase no tiene audiencia con la reina.
- No quiero audiencia, solo videncia.
-No tenemos órdenes sobre eso. Puede pasar entonces.
-¿Así que tu encontrastes el sombrero?, pobrecillo, buscandolo se volvió cuerdo.
- Entonces ¿ quien prepara el té ahora?
-Aquí nunca se gasta el té de la tetera.
-Pero si esta vacía.
- No puede gastarse lo que no existe.
Viendo que aqui llevar sombrero puede afectarme más de lo deseado
me lo quito y se lo entrego. Me despido de una Alicia,
cada vez más reina de su pais de fantasía.
0 comentarios:
Publicar un comentario