07 febrero, 2010

El alimento de los dioses









Doy gracias a los dioses por todos sus regalos.
Los campos estan llenos de maíz y abunda la caza en la jungla.
Los ríos sacian nuestra sed y nos purifican.
Nuestra vida es tranquila y dichosa.

El señor de la gran casa ordenó a sus guerreros que hagan capturas para la ceremonia sagrada.

Una cautiva es la hija del cacique de mi aldea.

He prometido a los dioses que les entregare la sangre de diez vencidos a cambio de su vida.

Si ellos aceptan, me permitiran liberarla.
Si no aceptan, seré sacrificado también.

Mi craneo tendrá el honor de adornar la entrada del templo junto a los valientes caidos.

Mañana a la salida del Sol empezarán los sacrificios.

La sangre de las víctimas alimentará a los dioses.

Es una noche sagrada, y nada puede perturbar el alma de los que van a ser sacrificados.

Nadie guarda los templos más que los espíritus.
Tengo que encontrar el camino secreto antes de que el amanecer traiga sacerdotes y guerreros.

Pasos de jaguar me llevan hasta una entrada.
Ante mis pies se abre la gran piedra.

Los espíritus me permiten pasar donde otros fracasaron.

Venero a los dioses por el favor que me hacen.

Cerca del pozo ceremonial puedo sentir la respiración de la princesa.

He venido a liberarte de tu compromiso.
Vuelve con tu padre, los dioses lo han decidido.

Corramos sin mirar atras. Nos esperan en la aldea.

La princesa me ha sido entregada como esposa.
Ahora soy el jefe de los guerreros del cacique.
Tengo una promesa por cumplir.
Saldremos a capturar víctimas para que continue nuestra felicidad.


Colabora Beli Vella

Lugares de las fotos:

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