16 marzo, 2010

El Precio






¿Recuerdas el dia que nos conocimos?
Desde que te vi bajar de ese coche supe que serias la mujer de mi vida.

Vivimos el más hermoso de los romances. Solo ambicionaba darte lo mejor que pueda soñarse.

Me decias que no necesitabas mas que mi amor. Pero yo quería que fueras una reina, mi reina.
Mis posesiones  me parecieron insuficientes y para mi desgracia busqué formas de acrecentarlas.

En mi ceguera frecuenté casinos y tugurios de juego, donde dilapidé mi fortuna y la herencia de mis padres.

Pronto empecé a acumular deudas.
Tu me veias triste y no lo comprendias, yo jamás te confesé la causa de mis desdicha.

Todo estaba perdido cuando de pronto él apareció.
Ese aristocrata se acercó y se interesó por mi.
Desesperado le conté todo, le hablé de tí y de mí.
De como había llegado a esa situación. De que no podia afrontar las deudas.
Fué cuando el mundo pareció sonreirme. Ese hombre saldó mis deudas, me proporcionó trabajo administrando sus tierras y empleados, me ofreció una hermosa casa en aquel país.
Yo inocente le dije que no podría pagar en la vida tantos favores. Me replicó que todo acaba pagandose de una manera u otra. En aquel momento esas palabras me sonaron corteses y  amables.

Nos casamos, nos trasladamos a sus tierras y vivimos como siempre quise para ti. Ahora podia dartelo todo. Pero pronto supe la verdad de todo y cual era el precio.
Por eso hoy te busco, en este castillo, para llevarte de quien con malas arte nos embaucó a ti y a mí.
Ahora ya no poseera lo que más quiero, tu alma esta libre.Algún dia la mía volara a buscarte.
Esperaré para ello a que alguien dispuesto a librame de este cautiverio,y con ello a pagar el precio de su acción.


Colabora: Maat Baran
lugares de las fotos:
 
 

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